Los periódicos también llamados diarios, por su
periodicidad de publicación, son esos medios de comunicación escrita que nos
permite estar informados de las noticias de nuestro entorno y de cualquier pate
del mundo, hoy los vemos como otra forma de informarnos ya que tenemos
muchísimos otros medios, radio, televisión, redes sociales a través de
internet, podcast y todo tipo de mensajes que nos llegan de amigos y conocidos,
es decir que estamos informados aunque no siempre con información veraz, en otros
tiempos no ha sido así, en la época de Dolores de Andrés, o de Evaristo
Monllor, abuelos míos, los periódicos eran la única forma de estar al corriente
de lo que pasaba en el mundo y solo las clases pudientes, los pobres se
enteraban al cabo de mucho tiempo que habían pasado los sucesos, pensemos que
la radio empieza a popularizarse en España muy entrados los años 40, la primera
emisora es Radio Barcelona en 1924,se denominaba EAJ-1 Radio Barcelona.
Esa nomenclatura proviene de los códigos de los radioaficionados: E
por España, AJ porque así se llaman las estaciones de telegrafía sin
hilos, y 1 por ser la primera. La segunda fue EAJ2, Radio
España de Madrid.
Los
periódicos tenían muchas utilidades una vez leídos, por supuesto para envolver
el bocadillo, pero su utilización era tan diversa que aun hoy se encuentran
nuevas aplicaciones. Aparte de noticias tenía y tiene secciones, política,
sociedad, opinión, internacional o deportes y a la vez podemos encontrar
pasatiempos con crucigramas o ajedrez y las diferencias entre dos viñetas, el
horóscopo o la previsión del tiempo. No siempre ha sido así, en algún tiempo La
Vanguardia salió solo con cuatro páginas.
Se dice
que un periódico solo tiene dos verdades absolutamente contrastadas, una es la
fecha, la otra el horóscopo.
Me
cuentan periodistas de prestigio que cuando entraron de becarios en la presa
escrita se les solía adjudicar para la elaboración del horóscopo y ellos para
demostrar su valía tenían que utilizar todos sus conocimientos y argucias para
que todo lo que pusieran fuera verdad, a lo mejor es un poco exagerado y hay
auténticos gurús que saben que nos pasará a los del mismo signo zodiacal en la
fecha de la publicación.
Los
poderosos han utilizado el periódico desde que apareció como el mejor medio de
difusión de los mensajes que querían hacer llegar a las multitudes, fue el
medio más cómodo y de mayor repercusión durante mucho tiempo. Ha sido incluso
utilizado por espías para hacer llegar mensajes de un bando a otro insertando
palabras clave encriptadas y símbolos que el enemigo no podía llegar a
sospechar, por poner un ejemplo y no hace demasiado tiempo alguno publicó su
propia necrológica para que dejaran de perseguirlo.
La
noticia pasa, pero el papel queda y al ser un papel de gran absorción servía
como cucurucho para envolver todo tipo de alimentos, frituras, en la pescadería
para el pescado o para las castañas en invierno, ¿Quién no recuerda?, ¡niño! no
me pises lo “fregao”, ves por encima del periódico, nos decía la mujer que
había limpiado con agua y lejía el suelo o las escaleras.
Los
ciclistas cuando coronaban la cumbre y por lo tanto empezaba la bajada se lo
ponían en el pecho para no constiparse con el fuerte viento que provocaba la
velocidad del descenso a la vez que absorbía el sudor. En los encierros de San
Fermín corren alrededor de 2. 500 personas, llegando a aumentar los fines de
semana hasta 4.000 y para azuzar a los toros se utiliza un periódico que
doblado hace las veces de bastón corto, de ésta misma forma también se puede
utilizar como muleta de defensa contra un posible contrincante de los que
quieren sustraerte la cartera.
Cualquier
trozo de periódico se guardaba ya que podía servir para encender el fuego o
arrugándolo se podía utilizar como protector en transportes de mercancía
delicada, hoy día ponemos plástico con burbujas, que una vez se utilizado
podemos reventar una a una como distracción, no olvidemos que es la cosa más
divertida para Homer Simpson.
En las
paradas de mercado era un bien muy preciado, por ejemplo, los huevos se vendían
en medias docenas envueltos con mucho cuidado en papel de periódico. Mucha
gente, alguna cercana a mí, cuando a los zapatos ya no les quedaba suela se les
daba más vida poniendo entre el calcetín y la suela unas hojas recortadas a
modo de plantilla y aunque el calcetín solo tuviese la parte visible ya era
suficiente para pasar la jornada. Si había llovido, pues nada, unas bolas de
papel de periódico dentro del zapato para que se secara.
Otra de
las aplicaciones que se utilizaba era para jugar a pelota, pero no de la forma
que entendemos hoy que se juega al futbol, sino que se hacía una pelota que de
su núcleo salía una cuerda y ésta se ataba a una farola, el juego consistía en
pegarle una patada a la pelota hecha de papel de periódico y a ver cuántas vueltas
le daba a la farola, por supuesto ganaba el que más vueltas le había dado.
Según
me cuentan era uno de los mejores limpiacristales que había, tampoco era que
hubiera muchos más recursos y por lo tanto hacían lo que podían con que tenían.
En las cocinas de los hogares o en restaurantes se quitaba la grasa pasando
unas hojas arrugadas como primera acción antes de proceder a la limpieza con
trapos, otro bien preciado en épocas anteriores.
El
papel era la mejor forma de atraer la humedad, se veía en los armarios roperos
y cajones donde en el suelo de éstos se ponía papel de periódico, siempre se
podía recordar cuando se puso por la fecha de la publicación.
Si
sobraba papel aún se podía vender llevándolo a la trapería, una especie de
almacén que recogía todo tipo de materiales, desde botellas de cristal a
trapos, de ahí el nombre, pero también muebles o figuras, que luego se vendían
a clientes o a industrias para su reciclaje o venta a anticuarios.
Si
tenían que pintar paredes o puertas se extendían unas hojas, cuanto mayores
mejor y servía como protector del suelo y como cubre superficies para
protegerlas de la pintura o la cal.
El
maestro del humor del absurdo, Javier Cansado, contaba en un programa de
televisión que había una vez uno que estaba pintando el techo y su mujer le
dice… quieres que te ponga unos periódicos en el suelo, a lo que el pintor
respondió. No gracias que ya llego.
Es un
gran aliado de las manualidades ya que con cola blanca se obtiene el papel
marché, que sirve para hacer máscaras y figuras baratas de apariencia muy
satisfactoria.
Si se
mezcla con yeso o cemento sirve tapar agujeros en paredes, como aislamiento
entre pequeños espacios y como tapón en desagües para evitar el mal olor de las
cloacas a las que llegaba todo tipo de detritus, por cierto, el periódico se ha
utilizado muchos años como papel higiénico de las clases menos pudientes.
Como
puede observarse la utilización del papel de periódico, aparte de la lectura,
es infinita, aquella pata de armario que baila o aquel sombrero o barco de
papel, seguro que el lector recordará alguna utilidad más que seguro podrá
aportar a su memoria.
La Real
Academia de la Lengua en una de sus seis acepciones dice que un periódico lo
siguiente; Dicho de un fenómeno: Que se publica con determinados intervalos de
tiempo.
Si
vamos a los orígenes podemos decir que ya en tiempos de Julio Cesar, se
colocaba periódicamente una publicación en el Foro, el Acta Diurna, donde se
informaba a los ciudadanos de lo que había ocurrido o lo que pasaría en poco
tiempo, es posible que ésta fuera la primera forma de periódico de la historia.
Otra forma de comunicación más o menos periódica es la que transmitían los
pregoneros, los primeros datan de la edad media, eran unos oficiales públicos
que en alta voz daban los pregones, publicaban y hacían notorio lo que se
quería hacer saber a toda la población sobre acontecimientos o noticias y
solían recitarse en verso para que al pregonero le resultara más fácil recordar
el contenido.
Otra
forma de comunicación eran los carteles, que servían para hacer saber las
disposiciones y leyes a los súbditos y ciudadanos.
En
1440, Johannes Gutemberg, orfebre alemán inventó la imprenta, que servía para
realizar diversas copias de un mismo escrito o grabado, el más famoso fue la
Biblia de 42 líneas, llamada así por el numero de renglones a dos columnas que
componían las 1.286 páginas de la obra, impresa en dos volúmenes tamaño folio. Pocos
años después aparecerían los primeros periódicos tal como los conocemos hoy.
El
primer proto periódico se publicó en Viena en 1529, era una hoja de papel donde
se solicitaba a los ciudadanos ayuda para poder derrotar a los turcos que
acechaban a las puertas de la ciudad, la hoja en cuestión se denominaba
Mercurius y es en 1580 cuando se publica el Mercurius Gallobelgicus, siendo
éste el primer periódico, se publicó en Colonia por Michael van Isselt y sirvió
de modelo al que se considera el primer periódico inglés, el English Mercurie
cuya primera publicación es en 1588.
En
Amberes, Bélgica se lanzó la primera publicación regular el 15 de febrero de 1620,
el Nieuwe Tijdinghen (también conocido como Gaceta Antwerp) aparece como primer
periódico flamenco, publicado sin un título fijo, en él se publicaban noticias
de toda Europa.
El
Mercurius Britannicus de 1632 fue el primero en ser censurado, en aquellos
tiempos se prohibió publicar noticias del extranjero.
Hubo
una querella en 1641 en la que el juez falló diciendo: la libertad de prensa es
nuestra libertad.
En 1697
la Gaceta de Madrid, un periódico semanal, es el primero en España, aunque se
ha de decir que ya existían hojas volantes, avisos y relatos que se difundían
mediante el servicio de Correos que ya existía por aquel entonces.
En Barcelona aparece el primer número La Vanguardia el 1 de febrero de 1881.
La Vanguardia número 1
Brillante, Eduard!!!
ResponderEliminarMe he quedado con ganas de más
Muy ingenioso y trabajado, digno de publicarse como monólogo! Por cierto en casa usamos el periódico cuando cenamos para no manchar la alfombra:)
Eliminar