viernes, 13 de mayo de 2022

Hermes en Barcelona

 

En la parada de metro “Poblé Sec”, en la calle Rocafort número 1,  esquina con el Paralelo a pocos metros de donde vivían mis abuelos hay un reloj en el suelo que se instaló para la exposición del 29, está dedicado al dios Hermes. 



Hay otro muy parecido en la Vía Layetana en el número 69 muy cerca de la Plaza Urquinaona.

https://www.lavanguardia.com/participacion/las-fotos-de-los-lectores/20220428/8228550/reloj-barcelona-marca-hora-suelo.html

El reloj se instaló para dar a conocer a Hermes como personaje que daba la bienvenida a todos los visitantes por ser el dios de la prudencia y la habilidad y estaba presente en todas las relaciones de intercambio social. Se dice que Hermes inventó varios tipos de carreras y deportes, por ejemplo, la lucha y por eso fue nombrado patrón de los atletas. 

Se caracteriza por sus sandalias aladas, que en algunos casos es el casco donde las lleva. En el mencionado reloj está dibujado de forma esquemática y solo su cabeza, pero es inconfundible.

Hermes era hijo de Zeus y de la ninfa Maya y se le atribuyen múltiples funciones, era el mensajero de su padre, el que guiaba a las almas al mundo de los muertos, el protector de los viajeros los mercaderes y los ladrones.

Se le menciona en los antiguos poemas griegos de Homero y lo invoca como de pensamientos astutos, pensamientos de ladrón, espía y guardián de las puertas.

La palabra hermético proviene de Hermes en relación a lo impenetrable es decir aquello que no deja pasar el aire, a estar sellado o cerrado, pues mantenía todos los secretos escondidos de Barcelona.

Hermes está muy presente en toda la ciudad Condal. En el banco de España que está en la calle del Portal del Ángel hay unas 40 imágenes del dios griego.

La mitología está llena de historias que nos ilustra sobre increíbles protagonistas. En España se dice que Hércules fundó ciudades como Tarragona, Cádiz a Coruña y Sevilla, pues bien, Hermes fundó Barcelona.

Atenea había fundado antes Atenas y mucho antes de Rómulo y Remo, el héroe troyano Eneas estableció los cimientos de lo que sería posteriormente Roma. 

Según la mitología, Hermes llegó a Barcelona con Heracles capitaneando sus naves, uno de sus barcos desapareció buscando el Vellocino de oro, era la novena barca extraviada en la que viajaban sus hombres, después de mucho buscarla, apareció frente a la montaña de Montjuïch y aquel lugar le gustó tanto Hermes y a Heracles que decidieron fundar allí mismo una ciudad a la que llamaron Barca nona, que por derivación acabó siendo Barcelona. En otros medios se le atribuye también a Hércules, pero no haremos afirmaciones no contrastadas.


 Hermes es también el dios del comercio, la economía y los viajeros, sus representaciones escultóricas aparecieron por muchos lugares de Barcelona, una de ellas, en la alegoría de bronce de Plaza Cataluña de Frederic Marés que realizó en al año 1928, Se representa un grupo escultórico formado por imágenes que personifican la industria el comercio y la navegación representadas en las figuras de Hermes y de una joven con un velero a lomos de un caballo.

Barcelona está bajo el influjo protector de Hermes y fue el símbolo favorito de la burguesía catalana desde que comenzaron a prosperar las primeras fortunas, por otro lado, es bastante común encontrarlo en cementerios donde esos burgueses y el resto del mundo reposan hasta la eternidad ya que Hermes también representa el acompañante de las almas al inframundo. Si alguien se anima a buscarlo por la Ciudad Condal podrá reconocerlo por sus símbolos además de las sandalias o el casco alado son el gallo y la tortuga, también puede ser reconocido por un bolso en su costado, sus grandes sandalias, su sombrero de ala ancha y su caduceo, que se representa por un bastón que en su parte superior tiene dos alas desplegadas y en la parte inferior dos serpientes entrelazadas, el caduceo ya se hace referencia en los poemas homéricos donde describe que se utilizaba para cerrar los ojos de los mortales en el momento del fallecimiento.

Otros que también tenían alas, eran los aviones que al inicio de la Guerra Civil sobrevolaron las azoteas del “Poble Sec”

En un piso de la calle Magallanes vivían mis abuelos con mi padre, era un edificio de cuatro plantas, ellos eran los inquilinos de piso más alto. En cierta ocasión durante la guerra civil aeronaves de la aviación republicana de origen ruso y aeroplanos del bando nacional, que puede que fueran de la Legión Condor, enviados por el Tercer Reich realizaron unos reconocimientos haciendo cabriolas de inspección y exhibición sobre el lugar.

Los aviones de la aviación republicana, denominada “La Gloriosa”, eran del modelo Polikárpov I-15

que la gente apodaba “Chatos” por tener el morro muy ancho, redondeado y plano.

Los del bando llamado Nacional, eran de la aviación alemana, la Luftwaffe, fueron los que más tarde, bombardearon Gernika, pero durante la exhibición no dispararon ni un solo tiro, solo reconocimiento y piruetas. Oyendo el ruido que emitían los aparatos no dudaron todos los vecinos de la zona subir a los terrados de las viviendas a ver el magnífico espectáculo, nunca visto que se desarrollaba en el cielo.

Para todos fue un magnífico entretenimiento.

El barrio del "Poble Sec" está muy bien delimitado por ser como un pequeño pueblo dentro de Barcelona tiene como referencia la falda de la montaña de Montjuic por un lado y por otro el Paralelo y el recinto de la Exposición y el puerto a las otras bandas.

Durante la industrialización del siglo XIX se utilizó tanta agua de las fuentes de los alrededores que dejó al barrio prácticamente seco, por lo que entre la gente comenzó a referirse al lugar como Poble Sec.

La plaza del Surtidor tenía una de las pocas fuentes que quedaron con varios caños de agua y este surtidor le daba el nombre a la plaza. En el año 1935 la fuente era muy similar a la fuente de Canaletas, cuatro grifos, cuatro farolas y cuatro picas o fregaderos, todo ello de hierro colado pintado de negro con adornos florales dorados y el escudo de Barcelona sobre los grifos, igual que en Canaletas, era de estilo modernista diseñado por Pere Flaqués, el mismo que diseño las farolas con banco calefactado de “trencadís” del Paseo de Gracia, que tanta controversia generó entre la población de la época.

Allí también vivieron mi padre y mis abuelos. Durante un tiempo estuvieron en la Plaza del Surtidor, coincidiendo con la hermana de mi abuela y su familia que vivían a pocos metros.

Otra circunstancia que ocurrió fue cuando la guerra ya estaba perdida por el bando republicano, mis abuelos y mi padre se fueron a Benillova, pueblo natal de mi abuelo Evaristo, donde podían refugiarse y no tener problemas, dejando el piso donde vivían a unos familiares lejanos con la promesa de la devolución de la vivienda a su regreso.

Una vez acabada la guerra, al poco tiempo, volvieron a su casa para instalarse de nuevo en su piso, pero los nuevos inquilinos les dijeron que ellos no se irían y que si insistían los denunciarían por sus antecedentes, así que los tres se vieron sin la posibilidad de volver a su hogar.

Cosas de la guerra, apuntó alguien.

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